Mi viaje y mis flowers on my ass

Ahora son las siete y cuarto de la tarde en Chicago. Según mi móvil, que conserva el horario español como buen patriota (y mi mac que conserva la ñ, dios lo tenga en su gloria), allí son sobre las 2 y media de la madrugada del sábado noche. Así que debéis de estar todos ciegos como perras en el Real, sino me fallan los cálculos.

Estoy flipándolo. Chicago me ha ENCANTADO! en mayusculísimas. Es una ciudad preciosa y los americanos son muy muy amables, te tratan muy bien y siempre te prestan mucha atención. Dicen que es porque son hipocritillas, pero no sé, hasta ahora me están dando muy buena espina. Habrá de tó en la viña de George Bush, pero de momento estoy teniendo suerte.

Suerte y muchas flores en el culo. Más que Miguel. Bueno, no tantas, me he pasao.

Pa situarnos. Yo llevo una hipermaleta superpesada de puntitos como equipaje. Y además, tres maletitas de equipaje de mano (una el mac, otra la cámara réflex y los objetivos y otra con la documentación blabla...). Bueno. Para empezar, en Málaga me dicen que tanto peso no podía llevar (pesaba 39 kilos) que lo máximo eran 32 y que tenía que quitar seis kilos...
Pues ponte tú a decidir de bulla y corriendo qué es lo que ya no te quieres llevar...

Ali y Fran son testigos de mi momento de amargura y estrés, porque vinieron a despedirme al aeropuerto y a rapiñear (Ali, cuida de mi falda! jaja). No, que me hizo muchísima ilusión que vinieran, casi lloro y tó... Pero eso, que tuve que montar un mercadillo ambulante allí en la terminal para poder embarcar. Cojo el vuelo... llego a Gatwick y el siguiente vuelo lo tenía a las
6. Espera la maleta coñona, paaaasa toda la cola de los pasaportes y busca el vuelo. Calculaba que llegaba bien porque había que estar como hora y media antes para embarcar y tal. Bueno, pues subo a la planta de "departures" y me pongo a mirar mi vuelo y no está. Ya to rallá, empiezo a dar vueltas hasta que me encuentro a dos de British Airways que me dicen: "Esto es Gatwick y tu vuelo sale de Heathrow". Y yo: AHHHH!. Me quedan dos horas....

Total, cooooorre con todas las cosas a buscar un bus que te lleve de un aeropuerto a otro.... Y como la hora se me echaba encima y el bus no salía hasta cincuenta minutos más tarde y no sabía exactamente la distancia no me quería arriesgar y... pillé un taxi. No tenía suficientes euros pa pagar y no aceptaba ni tarjetas ni dólares, así que le tuve que dejar mi equipaje como fianza y salir corriendo a un cajero a sacar euros, pero no podías sacar nada más que libras, y como no sabían cuantosputospounds me iba a clavar, pos saqué doscientos, y me cobró 91.

Ahora resulta que llego a British Airways y me dicen que ese vuelo no lo llevan ellos aunque mi papelito ponga que sí, y me mandan a la otra punta. Después de una cola de cojones, consigo facturar y me voy a pasar los controles de seguridad. En Londres tienen una norma to guapa. Sólo "one piece" por persona. Y yo llevaba tres, así que tuve que empaquetar mis tres bolsas de mano en una bolsa de basura para poder pasar el control, sacar el portatil, quitarme los zapatos y les faltó decirme que bailara la yenka mientras comía polvorones, porque vamos. Parecía recién salida de debajo de un puente, arrastrando la bolsa de basura y con las converse viejunísimas debajo del brazo.

Conseguí coger el segundo vuelo, a pesar de todo. Y comerme un bocadillo antes, todo sea dicho. Viendo los teletubbies en inglés, que son más gays todavía, valga añadir.

En fin, ahora llegaba el complicado. El de los EEUU. Una vez aguanto toooooda la cola de los pasaportes, toooooda la cola de esperar maletas y toooooooda la cola de facturar maletas de nuevo (os digo q tenía dos horas de margen de vuelo entre uno y otro), antes de facturar te hacen el control de seguridad. Otra vez en plan: ¿de quién es tu maleta?. Y tú: ¿exquiusmí? que mestáscontando. Te preguntan mil veces que si tus pertenencias son tuyas, que si nadie te ha dado nada para que lo metas, que si eres traficante, que si vas allí a traficar... yo qué sé, pamplinas. Y luego va la tía, me da dos papeles y me dice: "Uy, date prisa que mientras te he estao aquí entreteniendo con chorradas vas a perder el vuelo. Anda corre bonita". Y ahí voy yo... corre que te corre rellenando papeles entre carrera y carrera y en una cola enooorme para pasar por rayos X y después me esperaba inmigración, que tenían que sellarme los papeles y hacerme una foto... En esto que con este estrés, a media hora de la salida del vuelo escucho: "Flait namber ñañaña tu Chicago plispasenyerpersiiit to gueit namber ñáh". Y con toda la cola que tenía delante... no llegaba ni de coña. Total, que le digo al tío: "Perdone, que voy a perder mi vuelo, puedo pasar más rápido.." Y me suelta: "Todas las personas tienen que guardar cola ñaññaa". Y cuando voy a gritar desesperadamente escucho: "¿Española?". Era un tío, que se llama Javi, que era de seguridad del aeropuerto, que le debí dar lástima y me coló en la cola de la seguridad y luego en la cola de inmigración, así que al final embarqué por los pelos, pero lo conseguí. Gracias a Javi y a mis flores en el culo.

Pero la historia no acaba aquí. Después de las ocho horitas de vuelo insoportable donde un tío que olía fatal y que debía de haber ocupado dos asientos y no uno se me pusiera al lado, llego a Chicago y tenía que ir del aeropuerto hasta el hotel. Yo, que me había estado informando ya, sabía un tren, el blueline, que te dejaba en una parada y luego pillaba otro hasta mi hotel. Total, que no tengo cambio para el tren y allí no te cambian ni hartos de vino. Un taxista me ha dejado tres dólares y he comprado el billete y en mitad del viaje hacen que nos bajemos todos... Y nada, a meternos en un bus porque están de obras o no sé qué movida rara. El de los trenes, muy amable él, me ha cogido la maleta y me la ha llevado hasta el bus, que pesaba 32 kilos recordemos. Y ahí superapelotonada, con de pie hasta que hemos llegado al centro, y me he bajado donde me ha parecido porque la tía no avisaba. Así que he visto las torres Sears por fuera y me he pillado un taxi amarillo de esos de las películas hasta mi hotel.


Mi hotel: SUPERPIJO. Y con razón, que ma costao un ojo de la cara. Tiene tele, wifi gratis, microondas, aire acondicionado, cafetera y café! jajaja inquietante. Pero lo mejor de todo es que tiene unas vistas increíbles al Grant Park y desde aquí puedo ver todo el Loop (que es el centro donde están todos los rascacielos) iluminado a la perfección.

Así que, sólo puedo decir que tanto estrés ha merecido REALMENTE LA PENA. Chicago me encanta, muchísimo. He estado paseando hasta que he tenido fuerzas y no he podido ver todo lo que quería, pero sí el Millenium Park, el Gran Park, parte del Loop, el Art Center, Architectural Center y un poco del Navy Pier. Además de montar en tren, en bus y en taxi, que también cuenta.

Estoy cansadísima. No he dormido nada y no sé decir muy bien desde cuando porque he cambiado tantas veces de hora que ya no sé ni donde tengo la cabeza. Pero la aventura americana me está gustando, y los americanos son increíblemente amables, muy buena gente. Todavía no me ha dado tiempo a echaros de menos.... pero a la feria sí jajaja (to perra)

Así que nada, he llegado, estoy viva y entera y mis cosas también. ;)
Podéis ver las fotos de CHICAGO en FLICKR!. Me ha encantado la puerta de las nubes, una espera con espejos en el Millenium Park que entretiene mucho... jeje. Y más cuando estás aburrido. Allí me he comido un perrito caliente con una coca cola. Me ha costado la broma unos cinco dólares y medio.

En fin, que hacer turismo sola... es un poco aburrido. Aunque yo con la réflex me entretengo bastante jeje. Pero eso, que a ver quién es el primero/a que viene a verme! :)

Y no seáis perros... que en la encuesta va ganando que voy a coger 30 kilos! que poca fe tenéis en mí... CHUNGOS, que sois tós unos CHUNGOS!

En fin, pa cumplir os mando besitos a todos!!! jeje contarme cositas que ya no sé cuando volveré a conectarmeeee!!!